Ningún pitcher jamás podrá emular una temporada como la de Radbourn en 1884, cuando se adjudicó 59 de los 84 juegos ganados en aquel año por los Grises de Providencia, un club hoy desaparecido de la Liga Nacional. En esa campaña lanzó en 75 partidos, 73 de ellos como abridor, los cuales completo todos. Bueno, eran otros tiempos, pero es el récord de Grandes Ligas y estará ahí para siempre, ¡indestructible!
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